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Edna Iturralde cautiva no solo a los más pequeños con sus cuentos plasmados en las decenas de libros que tiene a su haber, sino también a los “más grandecitos” con sus historias, con esas experiencias que, cuenta, han enriquecido su escritura.

Llegó a Guayaquil para ofrecer el pasado martes la charla ‘De relatos, leyendas y otros cuentos’ en la Sala Experimental del Teatro Centro de Arte, actividad organizada por la Sociedad Femenina de Cultura y la comisión Encuentros.

Desbordando jovialidad, carisma, y con una seguridad notoria en sus palabras, la escritora ecuatoriana echó un vistazo a su trabajo literario, enfocado principalmente a niños y jóvenes. Sin embargo, dejó en claro que “lo rico de esta literatura es que cualquier persona de cualquier edad puede leerla”.

Comenzó la actividad mencionando su primer libro, El jardín de las arañas doradas. “El nombre se debe a que crecí en un jardín donde había arañas doradas, bueno, eran amarillas pero en mi brazo y bañadas por los rayos del sol yo las veía doradas”, indicó Iturralde.

Y aunque algunos de sus libros están llenos de ficción, la escritora comentó que para escribir otros tuvo que hacer investigaciones, muchas de ellas requerían que visite diferentes ciudades y pueblos del país.

Como resultado, Iturralde aseguró que a la gente de Ecuador le hacen falta dos importantes valores. “Hay un déficit de identidad nacional y de autoestima. Los dos van juntos: lo que no se conoce no se respeta, lo que no se respeta no se quiere y lo que no se quiere hace que apreciemos más lo de otros, lo de afuera”, manifestó.

Por estas razones, la escritura de Iturralde se volcó hacia la literatura de valores. A su primer producto dentro de este marco lo bautizó como Verde fue mi selva, libro infantil escogido entre los diez mejores del Canon Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil Siglo XX.

Pero después de Verde fue mi selva surgieron otros títulos como …Y su corazón escapó para convertirse en pájaro, que trata sobre los afroecuatorianos; J. R. Machete, acerca de la cultura montubia ecuatoriana; y Caminantes del Sol, un relato de misterio en la época de los incas.

También habló sobre las biografías que ha hecho, la última fue Simón era su nombre. A este Diario indicó que el 19 de abril publicará en Quito el libro Llevo 3.000 años pintando, acerca de la vida de Guayasamín.

“Mucha gente en el mundo no sabrá quién es Edna Iturralde, pero con mis libros se sabe más del Ecuador”, expresó.

Artículo publicado en Diario El Universo

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El Universo Asociación Femenina de Cultura

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